Desde que en 1994 AZULTIERRA abrió sus puertas hasta hoy, han pasado más de 25 años que han contribuido a afianzar la solidez de este espacio emblemático en el mundo del interiorismo y la decoración. Con una apertura inicial en Alicante, ciudad natal de Toni Espuch, y posteriormente en Barcelona, AZULTIERRA representa el alma y la pasión de su creador Toni Espuch. La admiración de Espuch por la belleza de los objetos, las piezas artesanales, los materiales nobles como la madera o el hierro junto a la huella que el paso del tiempo deja en cada pieza de mobiliario o complemento de decoración, se refleja en sus espacios y proyectos. AZULTIERRA es toda una experiencia sensorial. El aroma del espacio, la música, la belleza de los objetos procedentes de distintos rincones del mundo y de distintas épocas, la coherencia en la mezcla de muebles, textiles y objetos tan diversos, hacen de AZULTIERRA un espacio seductor donde cada rincón es un gran descubrimiento.

«Azultierra es un inmenso almacén de sentimientos».

«Paz, amor, armonía, sencillez y pasión son los sentimientos que me invaden cuando estoy en mis espacios», declara Toni Espuch.

Su profundo amor por las antigüedades y su carácter inquieto, curioso y apasionado, han llevado a Espuch a viajar por distintos rincones del mundo en busca de piezas únicas. Antigüedades de países lejanos y objetos tan singulares como un espejo español escurialense del s.XVII, una mesa Fernandina del s.XIX con sobre de piedra enmarcada con cantos de bronce y patas talladas con serpientes entrelazadas, o un mueble de los años 70 de Roberto Monsani, son algunas de las piezas únicas de la colección AZULTIERRA. El hecho de contar con objetos únicos hace que AZULTIERRA sea un espacio en constante transformación. Sólo algunas de las colecciones de vajillas artesanales diseñadas por Toni Espuch, así como piezas de mobiliario o cojines decorativos, forman una colección con cierta permanencia, que se actualiza también según la temporada.

Para Toni Espuch, cada proyecto es un reto personal, un lienzo en blanco que perfila a base de un gran conocimiento de las necesidades de cada cliente y de su visualización innata de los espacios y los volúmenes.

«Un gran amigo mío me define como un pintor con objetos», afirma Espuch.

Un equipo de más de 20 profesionales, formado por decoradores, interioristas y arquitectos, trabajan con pasión para materializar los deseos de los clientes que acuden a AZULTIERRA para crear el hogar de sus sueños, siempre bajo la supervisión de Espuch. Los proyectos de AZULTIERRA, aunque muy diversos, tienen siempre unos denominadores comunes: la potenciación de la luz natural de cada espacio, la creación de ambientes cálidos y acogedores, la presencia de antigüedades y objetos únicos, y el diseño de muebles a medida, siempre con materiales nobles. Los grandes volúmenes son también un sello inconfundible de AZULTIERRA. Espuch se decanta por ubicar un mueble único de gran formato para una estancia, en lugar de diversas piezas de menor tamaño. Según Espuch, los espacios con pocas piezas ayudan a crear una atmósfera relajante y cálida.

Atento a la evolución y los cambios a nivel global, el equipo de AZULTIERRA no es esclavo de las tendencias del momento, sino que sus proyectos se gestan en base a los conceptos de comodidad y calidez y un profundo conocimiento del estilo de vida de cada cliente.

Un gran número de proyectos, tanto residenciales como contract, forman el portfolio de este estudio de arquitectura e interiorismo que crea espacios cálidos y confortables, profesionales y técnicos cargados de magia.